
Con su habitual intro de conexión entre los asistentes, Deep Purple dio inicio al final de su gira Latino Tour 2008 en nuestra ciudad. La fuerza de su música se sintió de inmediato con Picture of home e Into the fire. La inmortalidad del rango de voz de Ian supera la prueba del tiempo mientras Steve le hace el juego en escena con los inmortales y machacantes riffs que han definido al rock duro de las últimas generaciones. Algunos nostálgicos fantaseaban con el ex integrante Blackmore, pero Morse sabe cómo captar la atención con sus seis cuerdas. ¡Impecable!
Una bandera de Venezuela es arrojada a la tarima y hasta un cuadro de la ciudad. "Es realmente fantástico. Es nuestro último show de esta gira y aquí estamos en Caracas", comentó un Gillan excitado y juguetón. Ian luce como un tipo generoso, un caballero que atrae a la audiencia desde la locura y el recuerdo. Sabe cómo lidiar con la banda y mientras controla su poderosa voz guía a la banda en la odisea.
Deep Purple pagó su deuda con Venezuela, la imponencia de su sonido supera las modas devolviéndoles a todos la creencia en el rock duro. "Noche negra es un largo camino de casa", esa frase despidió los asistentes con su coro incendiario de estadio.
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